lunes, 23 de enero de 2012

¡Que diferencia hay entre el creyente y el mundo!

Tengo sobre mi mesa de trabajo la Revista "La Antorcha de la verdad" editada por Publicadora La Merced Costa Rica y que mes a mes me envian gratuitamente para compartir con nuestra audiencia y hoy quiero compartir con ustedes parte de un articulo que me permitire desear que a cada lector le sirva de reflexión; el tema que hoy me interesa diferenciar es cual debe ser la actitud de un seguidor de las enseñanzas de Jesucristo y otra persona no creyente, o perteneciente a otras formas religiosas, o filosofias; se que mediante esta articulo voy a causar entre los Miembros de esta Red algún debate, bienvenido sea si el mismo es en base al respeto mutuo.
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En el futbol Nacional e Internacional el mundo aplaude,grita,y vitorea a los mejores jugadores:En las fiestas la gente se alegra:En los bailes las mujeres semi desnudas entretienen a los hombres.
En las guerras la gente festeja las derrotas del enemigo.El mundo exalta los artistas, cantantes, politicos y hasta a algunos Pastores o Sacerdotes ha punto de idolatralos.
¡Que diferencia hay entre el creyente y el mundo! La misma suciedad o barbarie que alegra al mundo, entristece al creyente.El sabe que lo que divierte al mundo es vanidad y que conduce a la muerte.por lo contrario, las bellezas espirituales que alegran al creyente, aburren al mundo.hoy el mundo se rie y el creyente llora.mañana el creyente se gozará y el mundo llorará; el creyente se abstiene de lo que el mundo procura (Juan 17.15)El mundo busca lo que agrada a la carne y a los ojos y lo que trae gloria para si mismo.El creyente busca lo justo y lo que agrada a Dios.

*Fuente Antorcha de la Verdad autor: Pablo Schrock

2 comentarios:

Salgado Publicaciones dijo...

Jorge Elorza me envio este mensaje sobre este articulo
Querido Néstor: el texto del Creyente y el mundo es un metamensaje a favor del creyente y condena al no creyente. Si la gente en un baile se divierte su contenido no está dado por una mujer desnuda, necesariamente. El purismo con que se presenta al creyente es proporcionalmente opuesto al mundo, de lo cual se deduce que en el creyente está depositada la verdad absoluta. Tal enfoque es sectario y al mismo tiempo totalitario desde el pensamiento. Soy respetuoso de toda creencia religiosa, pero no hay un determinismo existencial que exalte al creyente como ideal humano y vitupere a quien no lo es. Las reglas éticas y morales no están reducidas sólo a una creencia y la ética y la moral también las practican no creyentes. Se practica la religión contrariamente a su sentido, que significa unión, como el sentido del término iglesia. Evangelistas como católicos clericales viven tan separados como buenos y malos calificativos que se endilgan unos a otros. Y unos y otros niegan a terceros porque no conjugan con ellos. Es sectarismo, opuesto a las máximas que los descendientes de Jesús distribuyeron por el mundo. Conozco y he leído a personas ateas que respetan más a Jesús que sus aduladores.

No busco herirte, sólo razonar contigo.

Un abrazo

Canono

Salgado Publicaciones dijo...

Respuesta a Jorge Elorza

Usted analiza racionalmente lo escrito desde una postura intelectual; pero lo espiritual es otra cosa; como Evangelista y basandome en las enseñanzas basadas en la Santa Biblia Jesús dejo su mensaje que se predica en cada Ministerio y en S.Mateo 10.34 al 39 dice 34.No penseis que he venido al mundo para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.

35. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra.

36. y los enemigos del hombre serán los de su casa.

37. El que ama a su padre o madre más que a mi, no es digno de mi; el que ama a su hijo o hija mas que a mi, no es digno de mí-

38. y el que no toma su cruz y sigue en pos de mi, no es digno de mi.

39. El que halla su vida la perderá, y el que pierde su vida por causa de mi, la hallara

Respeto a ser del mundo o no ser Jesús en su oración manifesto "Yo les he dado su palabra; y el mundo los aborreció,porque no son del mundo,como tampoco yo soy del mundo (S.Juan 17.14)