sábado, 4 de septiembre de 2010

Narrativa "La Popular"


La Popular

Leandro, sabia muy bien que su abuela Eleonor actuaba de esa manera
porque así reaccionarían sus padres y también sus abuelos, era algo natural
que la pesada y torpe tradición, aún condicionaban a la noble anciana demasiado.
Cansada quizás como para tener la fortaleza y la agilidad mental de pensar
más equilibradamente la cuestión y menos aún para hacerse preguntas inquietantes; Sobre por que razón opinaba de esa manera tan diferente a quienes, como su nieto, tenían una postura distinta sobre temas relacionados con la vida, la política y la religión.
...El nacimiento de Andrea significo para Eleonor, un antes y un después en su actitud ante la vida... Nunca antes había dudado en aconsejar, cuidar y orientar a sus hijos
Pero ahora sentía la amarga impotencia de no saber que hacer...
Es que esa hermosa niña con ojos pequeños y tímida sonrisa, padecía de una
evidente discapacidad, sus manos de obrera textil estaban algo torpes
Para preparar el biberón y cambiar los pañales a ese tesorito tan pequeño.
La madre de la pequeña estaba sumamente enferma, decían que padecía desnutrición avanzada y que en la Villa en donde tenia su pequeño refugio;
La cuidaban las vecinas, asediadas como ella por el hambre y la desocupación.
Lo que unía de corazón al nieto y a su abuela eran los partidos del domingo, ambos eran hinchas fanáticos de Racing, mate de por medio solían gritar los goles
Ampulosamente, sintiendo por momentos que la vida tenia un sentido de justicia.
Ella conocía a los muchachos de Avellaneda y a pesar de sus años no cejaba cada tanto de ir al estadio, en el intento de pedirle a los jugadores algún autógrafo, al principio se los regalaba al nieto, pero luego se dio cuenta que le gustaba lucirse ante sus amigas mostrando el autógrafo como algo de inmenso valor, casi todas en el barrio eran simpatizantes del mismo Club.
Hoy el Doctor José Blanco de las Casas, dejo el certificado medico en donde diagnosticaba la enfermedad, o la salud de su apreciada nieta, no quiso preguntarle
a la enfermera que le alcanzo el sobre cerrado y allí quedo Eleonor, mirándolo
sin emitir palabra, no se atrevía abrir el sobre y encontrar una serie de letras
que no comprendería, siempre se había defendido muy bien en la vida y nadie
Sabia, salvo su pequeño núcleo familiar que era analfabeta, su pobreza y el hecho de trabajar desde corta edad, cuidando hijos de familias pudientes, le imposibilitaron recibir educación.
Sentada sobre el cordón de la vereda la encontró Manuel, el joven Evangelista
que diariamente recorría aquel humilde barrio con su Biblia bajo el brazo y varias bolsas de alimentos, que comprado con su propio sueldo de obrero metalúrgico, distribuía a los más desposeídos de aquel entorno gris, como el gris de la suela de sus zapatos.
Eleonor miro al joven acercarse y tímidamente le extendió el sobre: Anda Manuel
Hazme el favor de leer porque están mis ojos, hoy más cansados que nunca.
Si mujer, ¿ de qué se trata? ..Bueno amigo mío, es la carta del Doctor en donde
Certifica la salud de mi nieta Andrea.
Manuel abrió el sobre y por unos momentos quedo en silencio concentrado en la lectura de aquel formulario medico, luego abrazando a la noble anciana, exclamo.
Pleno de felicidad: Andrea , padece una dificultad en la visión que es plenamente recuperable, ahora solo resta que la abuela le consiga la camiseta de Racing y su nieto la lleve a la popular...


Frase: Si le enseñas al niño a compartir las cosas que posee.
Trata tú también de ser, su mejor ejemplo.

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